…un restaurante donde se tiene muy en cuenta la opinión de quienes nos visitan”,
Explica Pepe Sánchez.
“Muchas veces me preguntan por qué no amplío el local o por qué no me planteo abrir franquicias. Mi respuesta es siempre la misma: nos gusta lo que hacemos, cuidar todos los detalles; atender personalmente a cada cliente como si fuera único y que, cuando se despide de nosotros, nos diga que ha comido muy bien y que se ha sentido muy a gusto. Teniendo en cuenta que esta es una modesta casa de comidas, ese es el mayor elogio que nos pueden dedicar. Y para que siga siendo así, es preciso mantener un tamaño de negocio que lo haga realmente posible”.
En el universo Alcaravea, todo se confabula para que el cliente sea protagonista absoluto de la experiencia gastronómica que le ofrecen. Aquí se escuchan sus sugerencias
“hasta el punto de que hay platos que no salen de carta por expreso deseo de los comensales. Otros acaban incorporándose a nuestras propuestas por sus comentarios. También es habitual que se manifiesten sobre cómo perciben ellos cada receta o la valoración del rato que han pasado en nuestra casa. Por supuesto, nosotros estamos encantados y aceptamos con agrado las críticas constructivas”
Confiesa su propietario para el que también resulta básico ser sinceros a la hora de sugerir a sus huéspedes los platos y cantidades que pueden pedir, con total confianza, para que se encuentren satisfechos.
“Siempre debemos ser honestos ya que ellos son los protagonistas, y nuestro trabajo es servirles con absoluto esmero y educación; eso sí, sin que se sientan presionados por nuestra parte, trabajando en un segundo plano.
Porque si hay otra característica que nos define, es la discreción. En Alcaravea, sentirán que son el centro de cuanto hacemos, ya compartan mesa con familiares, amigos o colegas de trabajo, pero siempre recibirán un trato que respete su privacidad”. Atenderlos con profesionalidad y prudencia, dejando que disfruten los platos, que experimenten el momento, que charlen con sus compañeros de mantel… porque ellos son quienes marcan su propio ritmo y espacio en un ambiente que invita a hacerlo.